Los Ojos Mas Sinceros del Mundo

Los ojos del perro siberiano

Título de la obra: Los ojos del perro siberiano
Autor: Antonio Santa Ana
Editorial: Grupo Editorial Norma S.A.
Ciudad y año: Buenos Aires, 1998
Número de páginas: 136




Los ojos más sinceros del mundo
“Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.”
“El perro es el mejor amigo del hombre y aun cuando todos tienden a discriminar y mirarnos de forma diferente, los perros no lo hacen.” Esta reseña, realizada luego de la lectura del libro, hablará de la famosa obra de un autor argentino llamado Antonio Santa Ana. La obra se llama “Los ojos del perro siberiano”.
Su trama está basada en los diferentes cambios que tuvo que sufrir una familia a causa de la enfermedad de uno de sus miembros. El narrador, siempre quiso saber la razón por la cual su hermano llamado Ezequiel, es rechazado por la familia. Él se entera de que es porque a temprana edad, empezó a sufrir de una enfermedad muy común: SIDA. El narrador y su hermano se empezaron a ver a escondidas de sus padres y la historia cuenta cómo cada miembro de la familia fue afectado por esta situación.
Este libro enseña que siempre, al cometer un error o cambiar algo de nosotros mismos, las personas van a mirar diferente. Esto no excluye ni a la familia ni a los amigos, porque como se evidencia en el libro, hasta los padres de Ezequiel dejaron de demostrarle apoyo y cariño. A pesar de esta situación, el libro también muestra que no todos te mirarán diferentes. Desde siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre y el libro es un claro ejemplo de esta afirmación. Ezequiel confesó, que aunque todos lo miraran diferente, Sacha, siempre lo miro igual sin importar su enfermedad.
“Los ojos del perro siberiano” es un libro lleno de reflexiones.A cualquier persona le harían considerar el trato que se le da a las personas. Este libro enseña que aunque seamos diferentes y cometemos errores, todos nos debemos mirar de la misma manera pues nos merecemos el mismo respeto y consideración que Sasha le dio a su dueño Ezequiel.
Referencias bibliográficas:
Libro “Los ojos del perro siberiano”, Antonio Santa Ana, 1998

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